Hoy, el supuesto sueño americano sigue siendo un cuento atractivo entre los migrantes al sur de la frontera. Sin embargo, el objetivo ha cambiado.
Afuera del albergue Embajadores de Jesús en Tijuana, personas planean y esperan una nueva vida por delante.Afuera del albergue Embajadores de Jesús en Tijuana, personas planean y esperan una nueva vida por delante.TIJUANA, México — Cuando llegaron a los Estados Unidos desde México a principios de los '80, mis padres nunca habían oído hablar del sueño americano, pero querían lo que supuestamente ofrecía.
El supuesto sueño americano sigue siendo un cuento atractivo entre los migrantes al sur de la frontera. Sin embargo, el objetivo ha cambiado. Para muchos, el simple hecho de mantenerse vivos se ha convertido en la razón principal para hacer la jornada hacia los Estados Unidos.
"En el pasado, los albergues eran para que los migrantes se quedarán tres o cuatro o cinco días y luego cruzaran a los Estados Unidos", él dice."Ahora es diferente. En los albergues, los migrantes se quedan meses, incluso años". Los migrantes de Tijuana frecuentemente hablan de violencia de las pandillas, amenazas de muerte o la extorsión como la razón por la que abandonaron sus hogares y por la que temen regresar. Es difícil calcular cuántos migrantes viven actualmente en Tijuana, ya que se están mudando constantemente, pero Fernández de Castro estima que hay alrededor de 35,000 migrantes aquí que esperan recibir asilo en los EE. UU.
Lizardi ha visto personas morir en sus jornadas a los EE. UU. y no cree que vale la pena correr el riesgo al perseguir este sueño. Solo este mes, ocho migrantes fueron encontrados muertos cuando intentaban cruzar la frontera cerca de Eagle Pass, TX. En los últimos años, el laboratorio del Dr. Vaca ha comenzado a tener mejores documentaciones de dónde se entierran los cuerpos, en caso de que alguien venga a buscar los restos de su ser querido.
Cada pequeño está en su propio mundo. Eso es, hasta qué tienen que decidir cuáles zapatos se llevarán para continuar sus viajes a los EE. UU. Gutiérrez y su familia también están escapando de la violencia de las pandillas. Su negocio estaba siendo extorsionado en Guatemala, y después de que una pandilla no se salió con la suya, recibieron amenazas de muerte. Buscan seguridad pero ya no quieren comprometer la salud mental de sus hijos. Gutiérrez y su esposa les han prometido a sus hijos que este será su último intento de ingresar a los Estados Unidos.